jueves, 30 de septiembre de 2010

Gotán

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.


Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.


Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.


Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Memorias de un wing derecho



Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me enseño nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son wines. No me vengan con eso de wing “ventilador” o wing “mentiroso” o las pelotas. Arriba y contra la raya.
Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio. Nada de andar bajando a ayudar al marcador de punta ni nada de eso. Si el marcador de punta no puede con el wing de él... ¿para qué m... juega de marcador de punta? Lo que pasa es que ahora cualquier mocoso le sale con esas teorías nuevas y nuevas formas de juego o te viene con la “holandesa” o la brasileña y otras estupideces.
¡Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me saca de la formación clásica: el arquero bien parado en la raya y atento. Por ahí escucho decir que Gatti juega por toda el área o sale hasta el medio de la cancha... Y bueno, así le va. Yo al arquero lo quiero paradito en su arco y nada más.
Para eso es arquero. Después una línea de tres. Después otra de cinco. Y arriba que nos dejen a nosotros tres. Más de veinte años hace que jugamos así y nos hemos podrido de hacer goles. De a siete hacemos. Yo ya debo llevar como 6.800. Yo solo... ¡Después me dicen de Pelé! O arman tanto despelote porque Maradona hizo cien. Cien yo hago en una temporada. Y en verano, cuando los pibes se quedan en el club como hasta las dos de la matina, me atrevo a hacer cuarenta, cincuenta goles por semana. Cuarenta, cincuenta. Yo solo... Maradona... ¡Por favor! Y eso para no hablar del centrofoward nuestro. debe llevar más de 12.000 goles. por debajo de las patas... Y...¡el tipo está ahí!
donde deben estar los centrofoward. En la boca del arco. En el área chica. Pelota que recibe, ¡Pum! adentro. A cobrar. Y ojo, que el nueve de los de Boca no es maño tampoco. Es el mismo estilo que el nuestro. Siempre ahí: en la troya. Adonde están los japoneses. ¡Nos ha amargado más de un partido, eh! Yo no he visto los goles que nos ha hecho pero escucho los gritos y el ruido de la pelota adentro del arco.
Le da con un fierro el guacho. Pero, claro, tiene dos wines que son dos salames. Por ahí si jugara al lado mío él también habría hecho como 12.000 goles. ¡Si le habré servido goles al nueve! ¡Si le habré servido goles! Me acuerdo el día del debut. Le estoy hablando de hace 25 años, 25 años, un cuarto de siglo. Sacaron la lona que cubría la cancha y le juro que nos escegueció la luz. Un solazo bárbaro. Yo casi no podía ver por el resplandor en las camisetas, especialmente en las nuestras. Claro, por el blanco. Las bandas rojas parecían fuego. No como ahora, que está saltando todo el esmalte y se ve el plomo. O el piso, del verde ya no queda casi nada. ¡Cómo está ésta cancha! ¡Qué lástima! Qué poco cuidada está. Pero bueno, ese día fue algo inolvidable.
Era domingo al mediodía y se ve que los muchachos estaban alborotados porque esa tarde jugaban River y Boca en el Monumental y ellos se habían reunido en el club para irse todos juntos en el camión para el partido. ¡Huy, lo que era ese día! Y claro, llegaron ahí y se encontraron con que la Comisión Directiva había comprado el metegol.
Yo había escuchado desde abajo de la lona que pensaban inaugurarlo esa noche cuando los socios se juntaban en la sede social a comentar los partidos o tomarse un fernet antes de cenar. Pero... ¡qué!... apenas los muchachos vieron el metegol al lado de la cancha de básquet ni siquiera se molestaron en meterlo adentro.
¡Además, esto es pesado, eh! No sé cuántos kilos debe pesar esto, pero es pesado. Puro fierro, de las cosas que se hacían antes. Bueno, ahí nomás lo destaparon y se armó el partido. Yo calculo, calculo, que había de haber entre 20 y 25 años personal viendo el partido. ¡No menos, eh! No menos. Una multitud. Y había apuestas y todo. Le digo que calculo que había esa gente porque yo ni miré para arriba, le juro, no me atrevía a levantar la vista del cagazo que tenía. Le juro. Uno escuchaba bramar esa tribuna y temblaba.
¡Qué cosa inolvidable! Nosotros, los tres de adelante, tuvimos suerte porque el tipo que nos manejaba se ve que sabía. Yo apenas sentí que se movía, dije: “Hoy vamos a andar bien”. porque también es importante el tipo que a uno le toque para manejarlo. Usted podrá tener condiciones, es más, podrá ser un fenómeno, pero si el que está afuera es un queso, va muerto. Y yo le digo, ahora, con experiencia, yo apenas noto cómo el tipo me mueve ya me doy cuenta si conoce o no. Es una cuestión de experiencia , nada más. No es que uno sea sabio. Escúcheme, usted ve un tipo cómo se para en la cancha y ya sabe cómo juega al fútbol. No tiene necesidad ni de verlo correr. ¡Por favor! Pero ese día se ve que el tipo conocía. No era ni improvisado ni uno que agarra la manija porque está aburrido y para matar el tiempo se juega un metegol. De esos que usted trata de ayudarlos, de darles una mano pero al final el que queda como un patadura es usted. Cuando el culpable es el que tiene la manija. Y usted los escucha gritar: “¡Qué tronco es el siete ese! ¡Qué animal el wing!”. Hay que aguantar cada cosa.
¡Por favor! Pero ese día no. Ese día tuve suerte, lo que es importante en un debut. Y más en un River-Boca. Usted sabe bien cómo son estos partidos. Un clásico es un clásico, digan lo que digan ahora yo ya tengo como 30.000 clásicos jugados y así y todo, le digo, todavía cuando escucho el pique de la primera pelota en la mitad de la cancha me pongo nervioso. Parece mentira. Es que son partidos muy parejos. Somos equipos que nos conocemos mucho. Pero aquél día tuvimos suerte, por lo menos los de adelante. De la mitad de la cancha para adelante la rompimos, la hacíamos de trapo. “Tachola”, me acuerdo que se llamaba el que tenía la manija. Me acuerdo porque le gritaban permanentemente y además porque durante cuatro años vuelta a vuelta venía al club y jugaba. ¡Cómo sabía ese tipo! Lo arruinó la bebida. Cuando llegaba en pedo yo me daba cuenta porque nos hacía hacer molinetes y cada cagada que ni le cuento. Un día me hizo hacer un molinete y yo cacé un chute que la pelota saltó del metegol e hizo sonar un vaso. Me quería hacer pagar a mí el desgraciado. Pero cuando estaba sobrio era
un león. Y ese día la gasté. En la defensa no andábamos tan bien porque el que manajaba a los tres era un salame. Un paspado. Pero con los de adelante bastaba.
No hay mejor defensa que un buen ataque, mi amigo, eso lo sabe cualquiera. ¡Por favor! Ahora se meten todos abajo. Están locos. tres pepas hice ese día. Y las otras tres se las serví al nueve, al morochón. Y no tenía bigotes. Lo que pasa es que algún mocoso se los pintó con birome para que se pareciera a Luque. Un gol, me acuerdo, un gol, la bola rebotó en el corner y se me vino. Ibamos perdiendo uno a cero, porque ¡ojo! habíamos arrancado perdiendo, y la hinchada bramaba. La puse debajo de la suela y casi la astillo. La empecé a pisar y me la traje despacito para el medio. El nueve se fue para la izquierda y el once también, para abrirme un buco. Yo la masé y un par de veces amagué el puntazo, pero el fullback me tapaba el tiro y no veía ángulo para el taponazo. Le cuento que yo no le hago asco a patear y cuando veo luz le sacudo. A mí no
me vengan con boludeces. Pero el rubio que me marcaba me tapaba bien. Entonces yo agarro y la engancho de nuevo para afuera, para mi lado, como para meterle un derechazo cruzado, al segundo palo, a la ratonera. ¡Si habré hecho goles así! Y cuando el rubio me sigue para taparme y el arquero cubre el primer palo, de revés nomás, cortita, la toco para el medio. Y el nueve, sin pararla ché, le puso semejante quema que abolló la chapa del fondo del arco. ¡Qué golazo! ¡Lo que fue eso! Yo lo había escuchado al negro, lo había escuchado. Cuando yo me abrí para la
derecha y ví que la defensa se venía conmigo. Y lo escuché al Negro, lo había escuchado.
Cuando yo me abrí para la derecha ví que la defensa se venía conmigo. Y lo escuché al Negro que me grita: “¡Ah!”. Y se la toqué. Lo mató al Negro. Lo mató. La hacemos siempre a ésa. Diga que ya nos conocen. ¡Qué partido fue ése! Y para esta noche tenemos uno lindo. Si es que vienen los muchachos. Porque los escuché decir que iban a las maquinitas. Siempre hablan de las maquinitas. Vaya a saber qué es eso. Acá una vez al club trajeron una. Yo siempre escuchaba unos ruidos raros, unas cosas como “pluic” “plinc” , “clun” y unas sacudidas. Unas luces. Pero después no lo sentí más. Dicen que se le jodió algo adentro a la máquina, algún fusible y nunca hay guita para comprarlo. Son máquinas delicadas. De ésas que hacen los yanquis. Por eso los muchachos siempre vuelven. Porque el fútbol es el fútbol. Esa es la única verdad. ¡Qué me vienen con esas cosas! Son modas que se ponen de moda y después pasan. El fútbol es el fútbol, viejo. El fútbol. La única verdad. ¡Por favor!

lunes, 27 de septiembre de 2010

BIGOTE NO!

Consejos para ser "progre"
A pesar de toda esta historia que se generó por mi participación en el programa de Dolina -que se emite por Radio 10- mucha gente, de todos modos, me ha llamado por teléfono o enviado emails diciéndome:
"Gille: yo quiero ser progresista, pero no sé cómo hacer"
Y es verdad, tener simpatía por la izquierda no es tan fácil como parece, aunque la región en estos momentos se encuentre gobernada por varias de sus figuras representativas... o que aparentan serlo.
Por eso, voy a dar algunos consejitos sencillos para que usted pueda ser una persona de los hoy llamados progres.
Elementos en la casa
En el hogar deberán tener algunas cosas obligadas como: mate (un básico), miel, alpargatas (aunque no las use, mínimo tener un par), sahumerios, una imagen de Mafalda, gato o perro de la calle, algo del "Che" (poster, pin, remera, biografía o los diarios de viaje), un disco de Manu Chao, alguno de Silvio Rodríguez, otro de Peter Gabriel, un par de jazz (Coltrane, Parker o Miles) y una guitarra (aunque no sepa tocar).
Lugares habituales
El consultorio del psicoanalista pasará a ser su segundo hogar. Frecuentar librerías por Av. Corrientes. San Telmo es una buena alternativa para pasear y comerse un choripán. En las vacaciones: curtir el Valle de Traslasierra, La Pedrera o El Bolsón (no estará mal visto la posibilidad de quedarse a vivir envasando mermeladas). Viaje a Cuba alguna vez en su vida. Cruce a Montevideo para la "llamada" cuando empieza el carnaval.
Consumo
La persona progre debe fumar (si es pipa o tabaco negro, mejor). Debe tomar vino (si es tinto, mejor). Debe ir al teatro (si es comprometido y under, mejor). Debe ver películas lentas (cuanto más lentas, mejor). Asista al BACIFI, compre bastante artesanía (pullover de lana cruda, poncho, mantas indígenas, ocarina) y jáctese de tener la colección completa de La Maga. Ser vegetariano es una buena elección (el conservador es más carnívoro). Seinfeld sí, Midachi, no.
Estudios
El nivel de instrucción por lo general tendrá que ser bueno. En caso de elegir pasar por la universidad, las carreras a elegir son: psicología, sociología, antropología, letras. El joven que opte por no ingresar a una casa de altos estudios se volcará al teatro, cine o bellas artes. No va de la mano con esta línea de pensamiento -de ninguna manera- querer ser instructor de tae bo.
Casamiento
La gente progre no se casa. Habitualmente trata de vivir en concubinato y los hombres llaman a su esposa "mi compañera". En todo caso, si resuelve contraer matrimonio, nunca lo haga por iglesia, a lo sumo a través de un rito extraño. La fiesta se celebrará en su casa, hay que ofrecer empanadas o asado con vino y listo. No debe haber torta de casamiento, ni cintitas, ni carnaval carioca, menos aún liga. Como pareja emblemática prefiera la de Simone de Beauvoir y Sartre a la de Valeria Mazza y Ale Gravier.
Hijos
Los progres han de enviar a sus hijos a la escuela pública y le prohibirán los mensajitos de texto y la play. Les regalarán muchos libros y habrán de mezquinarles juguetes. Nombres preferidos: Ernesto, Federico, Camilo, Farabundo. No les corten el pelo y -por favor- acepten que no se quieran bañar porque esa decisión es un acto de diferenciación, rebeldía y temple. Toleren que sus hijos los insulten, es el primer paso para que aprendan a enfrentarse al poder.
Arte y Literatura
Sus autores de cabecera pasarán a ser Arlt, Cortázar, Marechal, Pizarnik, Galeano. Citar con frecuencia a Habermas, Baudrillard y Sontag. Si es joven lea a Rodrigo Fresán. Sí o sí comprar "el dipló". Frecuentarán exposiciones de Carlos Alonso, Man Ray o Duchamp. Desacreditar a Beto Casella como filósofo popular... no tanto por ideología sino porque estoicamente hay que sostener que no miran televisión.
Deportes
Por lo general no son muy deportistas (progre con tubos y tabla de lavar en lugar de abdominales es más raro que poder ver a Macri en sunga y tatuado). Son atletas sólo del café con debate, de preferencia en algún bar notable de Buenos Aires. Aceptan el fútbol como un fenómeno sociocultural y aquellos que realmente gustan de este juego están más identificados con la idea "menottista" que "bilardista".
Detalles personales
Usar algún tipo de sombrero, gorro o boina. Descarte la ropa entallada, siempre pantalones y camisas sueltas. En la mujer, mucha pollera larga. En el hombre, no a las botas texanas. Hoy en día es infaltable el morral. Usar el pelo largo aunque sea medio pelado o bien raparse totalmente (Telerman look). Puede tener barba, nunca bigote!!!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Viernes!

Buena onda que pase tan rapido la semana. Parece como se te alarga el Fin de la misma, pero al fin todo sigue durando lo mismo, asi que no hay que mentirse. Pero bue, no hay nada que hacer asi que dejo algo para el finde. Lo siguiente se encuentra en "El libro del Fantasma" de Alejandro Dolina a quien admiro y he sabido pasar noches leyendolo. Ahi va.


Venganza I


El rey Francisco I de Francia era un soberano muy galante. Los cronistas de la época aseguran que solía ejercitar su vigor hasta ocho veces en un día. Entre tantas queridas como tuvo, figuraba la esposa de un abogado llamado Jean Feron. Usualmente, los esposos de las amantes del rey se mostraban complacientes y tal actitud era bien recompensada.
Pero Feron enloqueció de celos y resolvió vengarse de su mujer y de Francisco. Para ello empezó a frecuentar los burdeles tratando de contagiarse la sífilis. Era su propósito infectar a su esposa para que ésta contagiase luego al rey.
Algunos historiadores opinan que lo logró. Efectivamente, Francisco I fue uno de los sifilíticos más célebres de Europa, y en general suele creerse que murió a causa de esa enfermedad. Sin embargo, los médicos que le hicieron la autopsia hallaron un absceso en su estómago, los riñones deshechos y las entrañas podridas. Por otra parte, el diario íntimo de su madre, Luisa de Saboya, nos revela que Francisco había contraído el mal de Nápoles en 1512, mucho antes de conocer a la mujer de Feron.
No sabemos si el abogado llegó a conocer la inutilidad de sus procedimientos. Algunos consideran que hubo aquí una segunda y definitiva venganza, ejercida previsiblemente por el destino. Otros, como Manuel Mandeb, opinan redondamente que la venganza amorosa es una institución inútil. Dice Mandeb: "El enamoramiento genera inferioridad. El amado ejerce un dominio, un poder sobre el amador. Es ese poder el que lo capacita para causar daño. Suele suceder que algunos actos del que domina lastiman al dominado. Los reclamos y argumentos legales son generalmente desoídos por el poderoso. Y es allí donde el herido siente deseos de vengarse. Pero las mismas circunstancias que lo empujan a la venganza son las que le impiden concretarla. Para vengarse de alguien hay que ejercer un poder. Muchas veces el amante despechado aguarda largos años un cambio en la situación, una modificación en los sentimientos del otro, y en los propios, que le permita situarse en una posición ventajosa. Si esto ocurre, si el dominado pasa a ser dominador, la venganza es posible. Pero entonces ya no es deseada."
Es decir, uno desea vengarse cuando no puede y cuando puede no lo desea. Por lo tanto, la venganza amorosa es imposible.


Buen finde! yo por mi parte estoy yendo a ver a Drexler presentar su ultimo disco ("Amar la Trama") el cual me encantó y recomiendo.

Salud!!!

A.

martes, 14 de septiembre de 2010

Contagióse señora?

Hoy contagie un bostezo por la calle! Me parecio muy bueno, y por esto, ahi va mas o menos lo que encontre:


Por empezar, el diccionario define al bostezo como “acción incontrolada de abrir la boca, con separación muy amplia de las mandíbulas, para realizar una inspiración profunda a la que sigue una espiración de algo menos de lo inhalado, con cierre final. Cuando se bosteza, además, se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierran o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio y se realizan muchas otras, aunque imprecisas, acciones cardiovasculares, neuromusculares y respiratorias”.

En fin es muy común que se escuche decir que el bostezo produce un efecto contagioso, es decir, si una persona bosteza, provocará que otra persona también lo haga, suele darse un efecto en cadena. Una de las razones, aunque para esto son todas poco claras, es que posiblemente se deba a una especie de “poder de sugestión” ja.

Yo por mi parte, me voy a lavar la cara porque no me gusta andar sugestionando a la gente.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Dejo algo para el finde... Todavia no se si hablo solo, pero ma o meno por ahi anda eh!

Es viernes asi que la hacemo corta vió? De un gran amigo les dejo esto, que no estoy seguro bien que es, pero me parece inquietante o algo.
Abrazo palomar!


Ahora sí, la cuestión tortuosa que esta mañana me zumba es que manejar con cierta pericia de “piloto de formula uno” la diferencia de edad entre dos personas es algo sumamente difícil y solo puede funcionar si se adquiere esa destreza, la anteriormente citada, ser un “As del temple”, o ser un “piloto de la puta madre”. No queda otra… hay asuntos que si no se ponen en claro, el tema lisa y llanamente no funciona, y ahí radica el germen de los ataques histriónicos que le brotan a uno cuando la incomprensión por parte del otro es tan visible que hasta a veces encandila.


Esta brecha tan evidente se agiganta cuando se tocan temas en la pareja como: lugares para el esparcimiento, o sea “che, que hacemos este findesemana? hé?” las opciones comienzan a surgir al principio tímidamente, “y capaz que vamos al campo… parece que este findesemana van unos cuantos, si no alguna banda buena tiene que tocar, no?” v.s “Este viernes abre Mint! Vamos a Rumi que esta buenísmo o a Liquid (nunca llegue al cartel para ver como se escribe) que no cobran entrada… Si o si vamos de una!!!”

Actitud culinaria, algo sumamente importante, más de lo que algunos/as sospechan, por tal descuido surgen desvaríos como: “y… si querés comprate algo, lo que vos quieras comer…, lo que sí, comprame un vinito así miro el partido tranquilo mietras cocino…” v.s “che! donde quedó el imán de “solo empandas” ¿??”

En algunos casos ambos son laboralmente activos lo cual ayuda al crecimiento de la pareja aunque, hay ciertos hechos que la sacuden bastante. Por ejemplo: “vos sabés que el pelotudo de mi jefe ahora quiere que entre más temprano por que dice que a la mañana no atiende nadie el telefono” v.s “vos sabés que tenemos una compañera nueva en la oficina, es pendeja, debe tener unos 22 algo así, parace que es copada… (silencio sepulcral de 5 a 7 segundos) es fea he… ” Corten!!! aprovecho esto para dar un consejo sano, lo de “fea” es un refuerzo innecesario por que desata el caos automáticamente, hace más combustión que un Criadores (Tarquino – Niaguara – Virtuoso) se los aseguro y además al decir eso se cae de maduro que tu nueva compañera explota!!!. Sigamos…

Situación: Asado, cena, quermés, lo que fuere… no hace falta explicar o denotar que: pongamos diez o quince persona alrededor de una mesa y pueden empezar hablando de el palo que se pegó Mariana de Melo y terminar dilucidando una formula de quinto año de ingeniería química y darse cuenta que entrar al Balseiro es una boludez total… dejando de lado los temas candentes como: El hijo de puta de Bush, los campeonatos arreglados de Boca, quien tiene el o la jefe/a más buena onda, “un aplauso para el asador che!!!”, que Bastida se lo empoma a Fantino, Alan Pauls es realmente bueno o es sólo una moda, donde anda la Bersuit?, este invierno se van a usar alpargatas de aluminio vieron?, que buen cambio se mandó Cabré… en f in… ahora lo repite más fuerte, “che!!! Un aplauso para el asador che!!!” o cocinero o para la que trajo la torta de “Selva Negra”… luego del alarde hay que volver a retomar la charla no? Es ahí donde la pareja tiene que estar más unida que nunca por que fija que alguien en ese silencio lleno de suspiros y sillas que se mueven alguien queriendo dar la nota humorística y mirándote de reojo dice con vos finita “como chupa la nena he???!!” y vos con la mejor sonrisa la mirás y ves como ella esta sacudiendo la botella de Fernet… estrujandola para que caiga todo (por que parece que siempre queda algo en el fondo viste?) la seguís mirando por que pareció no haber escuchado nada… y de golpe gira la cabeza y entre carcajadas “tipo hiena barrios” te dice “y vos de que te reís? Que tenés más sed que Bob-“es-ponja”!!! y en ese momento…. Es risas y un beso cómplice, o… alguno queda automáticamente resentido, se prende un pucho y sigue la charla arrancando con cualquier tema… “Che! Al final de dejaron de joder con el código da vinci y todo eso viste…?” Por su puesto, cuando se llega al departamento lo más probable es que alguno de los dos diga a modo de comentario… “che… al final no estuvo tan aburrido…” lo que quiere decir que: o todos eran amigos de ella… o todos eran amigos él… y lo que marca de movida es que, ya la decisión de ir (para el caso que sea) fue un embole total…

martes, 7 de septiembre de 2010

La Garrapata

¿Gran imaginación, dice usted? No crea. Oscuridad, persianas, crujidos de muebles, son cosas inofensivas, perfectamente comprensibles, reales e inocentes como esta calle y este crepúsculo. Hay alrededor de nosotros, sin embargo, en ese mendigo que pasa o en aquella mujer que corre, enigmas más tenebrosos, monstruos más fantásticos que los ángeles deformes del Apocalipsis: en el hombre, amigo mío, están los monstruos. Él los inventa y de él se alimentan, como los vampiros de las historias góticas. Usted se estremece. Es bueno eso. Apurémonos un poco, está anocheciendo. (...)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Fermin (continúa)

–Al siete y medio, pago.
La mano del tallador, morena y flaca, con una uña agresivamente larga en el meñique, levantó de
la mesa los mugrientos pesos que se apelotonaban junto a los naipes.
Se le achicaron, amarillos, los ojitos a Fermín. Ya hacía rato que el aire estaba caliente bajo la
lámpara, espeso de humo y de ginebra. Fermín agachó la cabeza. Después, mirando al morocho por
entre las cejas, preguntó, pausadamente:
–¿Qué era lo que decía Ortega? En la mesa hubo como un sacudón.
El chinón, despacito, se abrió la camisa hasta la altura del cinto. Luego, también despacito,
comenzó a pasarse un pañuelo por el pecho sudoroso. Junto al ombligo, ingenuamente asomaba la
culata del Smith & Wesson.
–¿Andas con ganas de ir a preguntárselo?
El morocho era filoso. Fermín sintió que la cara le ardía como si le hubieran pegado un tajo. Miró
alrededor. Los hombres –Ramón también– rehuyeron sus ojos. A todos los había cacheteado la
fanfarronada del moreno.
–Ta bien –murmuró Fermín–. Ta bien, me vuelvo a casa. Vos, Ramón, ¿venís? No, mejor
quédate. Todavía no te robaron todo.
Dio la espalda a la mesa y, arreglándose el pantalón a dos manos, encaró la cortina. Lo paró en
seco la voz del morocho:
–¡Che!
Fermín se dio vuelta como tiro, buscando en la cintura el cuchillo que no tenía. Al otro le había
aparecido el revólver en la mano. Sonrió:
–Te olvidas de algo –dijo, señalando con el caño hacia un rincón. Fermín se agachó a recoger el
paquete de la Paula.
Me han basureao gran puta el político de mierda ese tenía razón somos guapos en las casas nos
roban la plata y tamos contentos. Fermín estaba parado en la puerta del prostíbulo.
Llamó de nuevo.
–Che, ¿te crees que nosotras no dormimos? –la voz opaca de doña María precedió a su rostro que,
hinchado, asomó detrás de la puerta a medio abrir:
–¿A quién buscas?
–A la pueblera.
–No se puede, ya no atiende. Está acostada.
–Mejor si está acostada...
La mujer frunció la boca, dubitativa; luego, repentinamente desconfiada, preguntó:
–¿Traes plata?
–No.
–¡Ah, no m'hijito! A esta hora y con libreta, no. Fermín puso el pie antes de que la puerta se
cerrara:
–Oí... Traigo esto. Si te va apretao, lo cambias mañana. Y le alcanzó el paquete.