Falta tanto para que pase el día que los minutos van camuflando la ansiedad con un disimulo decrépito, pero lo bueno es que sé que es un día nuevo y eso, aunque esté viciado de infinidades de sucesos ocurridos en días pasados, no merece ni el más mínimo intento de autodestrucción. Borges escribió una vez: “la lluvia es una cosa que sin dudas ocurre en el pasado”, para algunos son sólo gotas, para otros tal vez sean como ansiosas suicidas que se llevan con ellas tantos siglos de historia, tantos siglos de vida echa sal. Para otros, la lluvia sólo es el llanto de la naturaleza y la oportunidad de ser un poco más romántico, melancólico, o simplemente el clima ideal para cerrar los ojos y dejar que el sueño gane. Hay algunos que piensan que las gotas, así como las hojas caen por algo y para que otras, totalmente nuevas, limpias, inocentes aparezcan, vivan.Nadie las entierra, fueron vida y nadie las despide… nacieron, danzaron con el viento y cayeron… Mientras mueren, un libro se abre mansamente entre dos manos y nace una nueva vida y en una canción hubo melodías retorciéndose de celos para poder estar en los labios de alguien, en una fugaz mirada nace un nuevo amante y tras una rutinaria caricia, se abraza y se encuentra la felicidad por infinita vez.
Cosas… que sólo esperan su turno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario